Hemos preparado una exposición con los últimos 33 #sabiasque sobre #aguilardecampoo … una buena oportunidad para verlos juntos y en formato grande.
Hay tiempo para verlos hasta el próximo 23 de marzo.
Esperamos que os gusten.

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¡Buenos días! ¡Llegamos a nuestro #sabiasque nº50!

Esperamos que os estén gustando estas pinceladas de la #historialocal de #aguilardecampoo

¿Sabías que….? En 1743, Aguilar de Campoo y los pueblos de su jurisdicción pedían al gobierno de la nación que se les renovara la “exención de puentes” un privilegio que había sido obtenido en los años 1692, 1702, 1705 y 1725. En esta ocasión, Aguilar de Campoo y sus pueblos solicitaron no contribuir a la construcción y reparación de caminos extraños a cambio de mantener los suyos propios, especialmente a reconstruir el Puente Ocejo, sobre el río Camesa y junto a Porquera de los Infantes. Este puente era parte del Camino Real “para las carreterías abundantísimas de tierra de la villa de Zervera, de todas las Pernias, Valdeburon, para pasar a la villa de Poza a conducir sal”, así como para los ganados trashumantes y el correo nacional.

Se encargó el reconociminto del puente a los maestros de obras F. Gandarillas y V. Fernández que afirmaron sobre el río Camesa que era, “mui reduzido y fondoso, con grandes pozos, charcos y ribazos”. La reconstrucción del puente costaría más de 100.000 reales y diversos testigos afirmaron que la petición de Aguilar era justa por ser un puente muy importante y transitado. El privilegio de exención se renovó en 1744. El estado del puente era de ruina total. Finalmente Manuel de Cosio Colombre fue el encargado de su reparación por un montante total de 120.000 reales.

En 1772 la villa volvió a acudir al Consejo Real a solicitar el mismo privilegio para mantener el puente Mayor de la villa “una conservación mui costosa… por estar sobre el Pisuerga que es de los más caudalosos de estas montañas”. Una riada en 1769 había deteriorado gravemente el puente. De la misma manera se solicitaba tener que cuidar de otro puente, de 4 ojos (el puente del Portazgo o “del Asilo”), construido en 1766 y otros muchos puentes y calzadas como el puente de Villanueva del Río (que ahora duerme bajo las aguas del embalse de Aguilar) en el que se habían invertido 60.000 reales. El fiscal aconsejó que no se accediera a la petición.

¿Sabías que…? Los carros y carretas fueron el principal medio de transporte en Aguilar de Campoo y su comarca hasta más allá de la mitad del siglo XX, utilizándose principalmente los bueyes como animal de tiro. Los carros y la yunta de bueyes solventaban las labores de transporte, labor del campo y acarreo. Con este medio se transportaba la cosecha, la paja, la hierba, la leña, la piedra y otros productos destinados al sustento, la labor o el comercio.

Construir estos carros era una labor de artesanía que se realizaba fundamentalmente de manera manual empleando técnicas tradicionales y diferentes oficios como carpinteros o herreros. El método utilizado para su construcción exigía una gran organización del trabajo y una enorme precisión en su realización…. pero ¿sabías que en Aguilar de Campo existió un taller de fabricación de estos carros? Estaba ubicado en la parte baja del Palacio Viejo de los Marqueses y era su propietario Isidro del Olmo. La foto que ilustra este “sabías que” pertenece a dicho taller (y nos parece, por cierto, de una belleza y valor documental increíble). Podemos datar la foto en torno a 1909 o 1910, teniendo en cuenta que la pequeña niña en el regazo de la señora mayor (la bisabuela Polonia) es Pepa del Olmo, madre de nuestra vecina Marce Ruiz del Olmo.

En la foto podemos apreciar interesantísimos detalles del proceso de fabricación de la las ruedas de los carros como el necesario para curvar el metal que conformaría la llanta y soldar posteriormente los dos extremos. En el taller recibían una barra recta y tenían que hacer una circunferencia perfectamente redonda, para lo cual tenían un artilugio manual, pero muy ingenioso, que constaba de tres rodillos giratorios y una serie de manivelas. Situado en un banco de trabajo, se introducía la barra y con una llave grande se giraba uno de los rodillos que la obligaba a avanzar a la vez que la oprimía debido a la presión que ejercía sobre la misma. De esta manera iban calculando en función de la presión para conseguir una circunferencia perfecta como podemos apreciar en la foto donde la perfecta llanta metálica rodea al señor Isidro.

En el capítulo dedicado a la Edad Media nos habla el autor de como Tello Alfonso, señor de Aguilar, Infante de Castilla y Señor de Vizcaya y Castañeda, tenía en sus posesiones un preciado coto de caza en San Vicente de Toranzo, donde sus súbditos criaban jabalíes y donde viajaba con regularidad para practicar la cetrería. También vemos como en la cédula otorgada por Carlos V a Juan Fernández Manrique, Marqués de Aguilar y Cazador Mayor del Rey, en la que se exigía que en sus cacerías todas las ciudades, señoríos y lugares del reino diesen buena posada al marqués y sus hombres y bestias. La misma cédula fijaba que el marqués debía abonar por las aves destinadas a sustentar a sus halcones (21 maravedíes por cada gallina, 18 por la pareja de pollos…). El miedo al lobo queda reflejado por ejemplo cuando en 1541, se recoge en las actas municipales de Herrera de Pisuerga como los ganados de la villa se vieron afectados por el “sanguijuelo” y forzó a las autoridades a solicitar los servicios del “saludador” de Aguilar de Campoo, un ser dotados de dones sobrenaturales para sanar animales y hombres y preservarlos del mal de la rabia, enfermedad que se vinculaba siempre al lobo.

La representación en el arte. Pese a las notables connotaciones negativas del lobo destaca su protagonismo en los blasones de muchas familias nobles palentinas, caso del escudo de los Zorrilla o los Villalobos Solorzano, interpretado por los expertos como representación del valor del guerrero o, si la imagen es de un lobo desollado o únicamente la cabeza, se refiere a el triunfo sobre malhechores o traidores al reino. Otra imagen curiosa de la relación del hombre y las bestias la encontramos en la iglesia de Santa Cecilia de Aguilar de Campoo donde aparece un motivo habitual en la decoración románica: la lucha cuerpo a cuerpo con un oso.

Buenas tardes. Vamos con el #sabiasque de esta semana…. Aprovechamos para felicitar a los hombres y mujeres del campo que este domingo celebran su patrón.


Hace poco más o menos un año que en nuestro “sabías que…” semanal recuperábamos la historia de la Cofradía de San Isidro, patrón de los hombres y mujeres del campo y que existió en Aguilar de Campoo siendo la encargada de organizar en la villa los festejos en torno al patrono de las gentes del campo que precisamente se celebrará este próximo domingo 15 de mayo.

Quizás recordéis que mencionábamos que en las procesiones para honrar al santo se habían utilizado a lo largo de la historia dos imágenes. Hoy os las mostramos en fotografías. A la izquierda, en la fotografía en color, y portada por Isidro Ruiz, Emiliano Serrano y José María Belmonte la imagen, talla en madera, que se procesiona actualmente, procedente según los testimonios de la ermita del barrio aguilarense de Grijera, de la cual decía Ángel Sancho Campo en el Catalogo Monumental de la Provincia de Palencia: “La iglesia es de tipo rústico, pequeña, rematada en un breve y liso campanario. Está bajo la advocación del Rosario. Las piedras que la componen ostentan un labrado antiquísimo merced al cual se echa de ver que primitivamente formaban parte de una construcción más suntuosa, seguramente visigoda”. De esta misma iglesia procede una de las piezas más significativas del patrimonio artístico aguilarense, la “joya de incalculable valor arqueológico: una Virgen sedente de la traza más arcaica entre las viejas imágenes de esta provincia” (en otra ocasión le dedicaremos este espacio). Esta imagen de San Isidro se encuentra en la nave del bautismo de la colegiata, junto al altar de San Roque. Como dato curioso, aparece con la pareja de bueyes que según la hagiografía representa el milagro del santo cuando mientras este reza, aran ellos solos los campos de su dueño.

En la otra fotografía, a la derecha, en blanco y negro y anterior en el tiempo y junto a la que vemos de nuevo con una de las insignias de la Cofradía (también se encuentran en la colegiata y muestran una representación del santo) a Isidro Ruiz, junto a otros fieles y mozos que portan las andas la otra imagen que utilizó la Cofradía, mucho más moderna, realizada en escayola y que fue costeada por algunos cofrades y que se custodia actualmente en un almacén de la parroquia aguilarense.

¡Buenas tardes! Vamos con el #SabíasQue de esta semana, el nº44.

#aguilarcampoo #curiosidades #historialocal #medioambiente

Pudiera parecer que la concienciación medioambiental de nuestros antepasados quedase muy lejos de los problemas que padecemos en el presente en Aguilar de Campoo y en el planeta tierra en general pero nada más lejos de la realidad. Como muestra recogemos el capítulo de las ordenanzas municipales de 1905 en lo referente al respeto al arbolado y la naturaleza. El Título Quinto, Capítulo Segundo “Arbolado”, recoge esta expeditiva regulación: Artículo 90. Debiendo ser de interés más preferente el fomento del arbolado, el Ayuntamiento solicita para este fin el concurso de todos los vecinos. Artículo 91. Se prohíbe entrar con toda clase de ganados en las plantaciones que tengan menos de seis años. Artículo 92. De igual manera es prohibición absoluta el subirse a los árboles, cortar ramas, descortezarlos y atar á ellos animales o carros. Artículo 93. Las personas que ocasionaren algún daño en el arbolado, quedan obligados a la indemnización del duplo del daño causado, sin perjuicio de la multa que se les imponga.

Pasados nueve años, en 1914, se confirma que este celo medioambiental no es flor de un día, pues en el nº6 del periódico “El Águila” de 30 de Junio de 1914 encontramos la siguiente nota referente al pleno municipal, con arenga incluida para el señor alcalde: “Se acordó llamar la atención a los dueños de las caballerías que pastan en el coto de Peñalaparte las tengan en condiciones de que el arbolado nuevo no sufra deterioro, previniéndoles que en otro caso se les privaría del disfrute de ese beneficio, imponiéndoles el correctivo a que diere lugar. ¡Así se hace señor Alcalde! Los intereses del Municipio deben defenderse con verdadero interés”.

Un año después, en marzo de 1915, Jesús Polanco tomó esta fotografía de “La fiesta del árbol” que se celebraba al llegar la primavera y en la que como vemos los más jóvenes plantaban ejemplares de árboles en este caso, en la Plaza de España.

Sabías que… nº42

6 abril 2022

¡Buenos días! Nuestro #sabíasque de hoy, el número 42, ha salido madrugador…

… en el “Sabías que… nº22” recogíamos como las ordenanzas municipales que regían las normas de cumplimiento en Aguilar de Campoo estuvieron vigentes sin variación algo más de tres siglos, desde 1591 hasta su actualización en 1905, cuando se aprueban unas nuevas Ordenanzas Municipales por el Ayuntamiento y la Junta Municipal el 30 de Enero, siendo alcalde Ildefonso Ruiz Lobera y secretario Miguel Vielba.
Compuestas de seis títulos desarrollados en 86 artículos nos dejan normas tan curiosas como las referentes a las festividades religiosas incluidas en el Capítulo II del Título Primero (Del gobierno y administración del pueblo) en el que se regula que, por ejemplo: “Las personas que se hallaren en la carrera de la procesión, deberán descubrirse al paso de estas, absteniéndose además de hablar en alta voz o ejecutar actos y ademanes que puedan reputarse de irrespetuosos” o “las puertas y vestíbulos de los templos, estarán siempre expeditos por el fácil acceso de los fieles, prohibiéndose por consecuencia la formación de corrillos”. Por supuesto, quedaba, durante las procesiones y otras celebraciones religiosas, “en absoluto prohibido el disparo de tiros o petardos”, y para el de cohetes o voladores se requería el permiso explícito de la autoridad municipal.

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Sabías que… n°40

23 marzo 2022

¡Hace un año (24/03/21) comenzábamos a publicar estas notas con curiosidades sobre la historia de nuestra villa!

Salvando el parón estival han sido 40 curiosidades que hemos rescatado en su gran mayoría de la bibliografía sobre #aguilardecampoo que tenemos en la biblioteca y que esperamos que os hayan gustado… nosotros seguiremos con esta cita cada miércoles con los #sabíasque

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Los crímenes truculentos siempre han tenido una honda repercusión popular, en especial los de niños y jóvenes violentamente asesinados. Las creaciones literarias y en especial los pliegos de cordel que vendían ciegos y vendedores ambulantes, están llenos de romances y coplas relativas a hechos de esta índole.

Como nos recuerdan en la Fundación Joaquín Díaz, que posee un extensa colección de pliegos de cordel: “la misma cualidad de hoja o cuadernillo hizo de todo ese material, fácilmente desechable, un género sin duda fungible y perecedero, pero también (por la comodidad para ser distribuido y su bajo coste) un excelente medio de comunicación que compitió ventajosamente con los primeros diarios del siglo XIX llegando incluso a convivir con la poderosísima televisión”

En Aguilar de Campoo, en ese sentido, se recuerda con frecuencia el asesinato de Laudelina Medrano Merino, de 17 años de edad y que trabajaba en la fábrica de galletas Fontibre, a manos de Santiago Viñuelas Mañero (a la postre último ajusticiado en la cárcel provincial de Palencia) el 17 de Mayo de 1958 y que generó las famosas y ampliamente difundidas coplas del “Triste Romance de la joven Laudelina, que prefirió morir luchando antes que entregar su honra”.

Pero hoy rescatamos otro crimen, más alejado en el tiempo, y que por su dimensión también fue recogido en uno de estos pliegos de cordel.

Como podemos leer en varios medios impresos del mes de abril de 1891: “En Aguilar de Campoo se ha cometido un crimen espantoso: D. Eugenio Fontaneda, comerciante, recibió hace pocos días un anónimo en el que se le mandaba depositar en sitio determinado cierta cantidad, amenazándole con graves perjuicios que le sobrevendrían si así no lo hacía. En efecto, pocos días después, aprovechando sin duda un descuido de la niñera, le robaron un niño de tres a cuatro años, que fue encontrado al día siguiente estrangulado en el patio de una casa. Ha sido detenido un joven de dieciocho a diecinueve años, llamado Donato Marín, sobre el cual recaen sospechas de que sea el autor del crimen”.

Sabías que… nº38

9 marzo 2022

¡Buenos días!

Vamos con el #sabíasque de #aguilardecampoo n°38…. Seguimos descubriendo #cosascuriosas de nuestra #historialocal , hoy con una referencia a una guerra del pasado,… ¡el ser humano no cambia y seguimos construyendo el relato del horror!

Durante la Primera Guerra Carlista, 1833-1840, la Montaña Palentina fue escenario de intensos y prolongados combates entre liberales y carlistas. Sobre estos hechos, de los que apenas se conoce bibliografía, se publicó en 2014 en la Colección de Historia de la Montaña Palentina (ediciones Aruz) un imprescindible estudio obra de Javier de la Cruz Macho que bajo el epígrafe: “Las Guerras Carlistas en la Montaña Palentina: un escenario desconocido de la contienda” nos relata de manera pormenorizada dichos acontecimientos que aunque continuaron en las otras dos guerras carlistas afectaron singularmente a nuestro territorio en la primera de ellas.

Militares tan destacados como el isabelino Espartero, el cura Merino, guerrillero carlista, o los generales Santiago Wall, Miguel Gómez e Ignacio Negrí participaron en nuestra comarcas en diversas batallas, asedios y persecuciones.

En el caso de Aguilar de Campoo destaca junto a Cervera de Pisuerga pues su estratégica posición llevó a las autoridades liberales a fortificar las iglesias de ambas localidades para defenderlas de los ataques carlistas.

La imagen que ilustra este “Sabías que…”, depositada en la Cartoteca del Centro Geográfico del Ejercito, representa precisamente como se fortificó la iglesia de Aguilar de Campoo incluyendo, fosos, traveses defensivos y tapias con aspillera.

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1841, de Valladolid a Santander, 26 horas de viaje… ¡pobres viajeros del siglo XIX!

La diligencia era un carruaje de cuatro ruedas tirado por caballerías que hacía un servicio regular entre dos poblaciones con un itinerario fijo, transportando personas o correo. Constituyó el medio más empleado para el transporte terrestre de viajeros y correspondencia, entrando en declive al expandirse el ferrocarril durante la segunda mitad del siglo XIX. La Compañía de Reales Diligencias estableció en 1828 una línea entre Madrid y Valladolid, prolongada después a Burgos (1829) y a Santander (1832), En 1836, la empresa madrileña se transformó en la Compañía de Diligencias Generales de España.

Dentro de la línea a Santander una parara fija era la Villa de Aguilar de Campoo, en 1841 encontramos en “El Eco del Comercio”, un diario de Madrid el siguiente anuncio que a bien seguro se refería a la Diligencia “La Cibeles” que pocos años después (1857) retrataría en Reinosa en ingeniero y fotógrafo inglés W. Atkinson: Diligencia por Reinosa a Santander. Desde el día 4 de mayo próximo pasado se ha establecido una diligencia que sale desde Valladolid los martes y jueves de cada semana, pasa por Palencia, Herrera de rio Pisuerga, Alar del Rey, Aguilar de Campoo, Reinosa y Torrelavega, hasta Santander, haciendo la travesía de 43 leguas en 26 horas de camino. Los precios eran los siguientes: A Palencia en berlina, 26 e interior 22, a Reinosa en berlina 71 e interior 52 y a Santander en berlina, 206 e interior 163.

La foto que ilustra este “sabías que” es posterior a esas fechas, probablemente de principios del S.XX, pero está claro que el transporte en diligencia seguía realizándose para acercar a los viajeros desde la estación de ferrocarril hasta la villa, teniendo su parada junto al “Hostal del Comercio”, como puede apreciarse en el letrero del establecimiento.